Al Sur de Petra, cerca del Mar Rojo, está el desierto de Wadi-Rum. Para visitar este desierto necesitamos ir en 4x4, que se alquilan con guia a la entrada del desierto. No os esperéis unos 4x4 último modelo, más bien parecen todoterrenos sacados de la 2ª guerra mundial, así que igual alguno se queda por el camino......y puede ser alguno más nuevo (que son los que no ofrecen).
La característica del desierto de Wadi-Rum son sus montañas rojizas que dan un color especial a la arena.
El viaje en los vehículos, no es que sea muy cómodo que digamos, pero vale la pena el "sufrirlo".La primera parada que hicimos fue para ver unas inscripciones nabateas y un arco natural. Allí fue donde vimos una caravana de beduinos que estaban sentados "a la fresca".
Vuelta al 4x4 y vuelta a dar botes. Así que pensé, para estar dando botes mejor me pongo de pie, por lo menos mi trasero me lo agradecerá. Totalmente recomendable, casi tienes la sensación de estar en un toro mecánico.
Nos volvemos a parar, esta vez para hacer un descanso, en una típica tienda de campaña beduina. El paraje donde está ubicada es espectacular, un desfiladero. Allí degustaríamos un té caliente, para quitar el calor con alguna que otra pastita. Estos beduinos si que saben, lo que quita el calor no es un refresco, sino un té caliente.........y es cierto.
Después del "refresco", nos dirigimos al campamento donde pasaríamos la noche a la luz de las estrellas. Un montón de tiendas de campaña estilo camping. Comimos y descansamos en la jaima principal. Luego por la noche nos dedicamos a ver las estrellas.
Al día siguiente, volvíamos a Amman a pasar nuestro último día, ya que regresábamos a Barcelona.
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