miércoles, 19 de diciembre de 2007

Vietnam - Ho Chi Ming

Ringgggggg, el teléfono suena y es el amable conserje que nos llama para despertarnos. Las maletas ya están preparadas, desayuno y nos vamos hacia el aeropuerto, hoy no me ha dado por levantarme a las 6 de la mañana para bañarme, el cansancio va haciendo mella en nosotros.
Volamos hacia Ho Chi Ming la antigua Saigon, llegamos a mediodía y nos da tiempo para dejar las maletas y comenzar a movernos por la ciudad.
Ho Chi Ming es la principal ciudad de Vietnam, centro económico e industrial del país. Tiene unos 8 millones de habitantes, y como en el resto de ciudades vietnamitas se ve una ciudad joven.
Lo primero que fuimos a ver fue el área de Dong Khoi, donde se encuentran la Catedral de Notre Dame y el edificio de correos.

Como ya era mediodía nos fuimos a comer, después de la comida, decidimos que estábamos un poco hartos de ver templos así que simplemente nos dedicamos a pasear por los mercados que hay en Ho Chi Ming, compra de camisetas y de algún que otro capricho. La noche nos alcanzaba y la verdad es que después de tanto patear al ciudad nos apetecía irnos al hotel a darnos un chapuzón y descansar.

Nos levantamos temprano ya que nos íbamos a ver el mercado flotante en el delta del Mekong en la ciudad de Can Tho en las afueras de Ho Chi Ming. La verdad es que la actividad es frenética y es un espectáculo digno de ver. Cuando hay más actividad es entre las 6 y las 8 de la mañana cuando los campesinos de los alrededores van a vender sus mercancías a los mayoristas, que poseen barcas de mayor calado para poder transportar todas las mercancías. Tras ver la actividad en el mercado flotante no dirigimos con nuestra barca a ver una fábrica de dulces, 100% natural, hechos de coco y plátano, que la verdad estaban deliciosos. Después de la visita a la fábrica de dulces, cogimos una "patera" y nos dirigimos a los pequeños canales que existen por el río Mekong, donde sigue habiendo actividad de todo tipo como podéis ver en las fotos.

Como podéis ver existe la actividad, y los paisajes son... sobran las palabras.

Acababa la visita al Mekong, y debíamos de volver a Ho Chi Ming, ya que nos quedaban un par de horitas de camino. Una vez de vuelta nos dio tiempo a volver a pasear por la zona comercial donde también cenamos. Esta era nuestra última noche en Vietnam, al día siguiente volábamos hacia Camboya, pero eso será otro día.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Vietnam - Hoi An

El camino desde Hue hasta Hoi An, no se hace nada pesado, ya que los paisajes que vas viendo hace que el viaje pase rápido. Antes de llegar al hotel pasamos por Danang ciudad de más de 1 millón de habitantes, pero que curiosamente, no tiene mucho interés turístico.
En los alrededores de Danang a 8 Km nos encontramos las Montañas de Mármol. Se alzan 5 montes calcáreos llamados Montañas de Mármol por la presencia en ellas de diversas variedades de mármol. Estas montañas también se las conoce con el nombre de Montañas de los 5 elementos, ya que según la tradición estas montañas representan a los 5 elementos (agua, madera, fuego, metal y tierra). Al subir a las montañas vemos 5 cuevas y 5 pagodas, siendo una de ellas espectacular.
En las cuevas podemos ver varias estatuas de buda y mausoleos.
Y aquí tenéis la Pagoda de la Montaña de Mármol, esta es la más famosa de las 5 que existen en esta montaña.

Tras la visita, seguimos camino hacia Hoi An, donde justo antes de llegar al hotel el monzón vuelve a hacer acto de presencia y nos inunda todo, madre mía que manera de llover. Menos mal que el día estaba tocando a su fin, porque claro estar visitando cosas y lloviendote a cantaros, no sienta muy bien.

Al día siguiente nos levantamos a las 6 de la mañana y lucía un sol extraordinario, así que pensé que como el hotel estaba situado en una playa de arena fina y teníamos el mar para nosotros solos, lo mejor que podíamos hacer era pegarnos un baño. El agua estaba a una temperatura ideal, que mejor manera de empezar el día que tomando un baño en uno de los parajes de este hermoso país.
Hoi An está situada a orillas del río Thu, a 30 Km de Danang. Tiene unos 80.000 habitantes, su nombre significa unión con la vida en paz y su casco antiguo está declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco. La visita a Hoi An merece más de un día, ya que puedes ver un montón de cosas y lo mejor es hacerlo a pie. Parece que estemos en la china imperial y nos trasladamos a una época donde la prisa y el stress no existían.

Si vamos caminando por sus calles, lo primero que nos damos cuenta es que Hoi An es una ciudad muy comercial, con su mercado y con muchísimas tiendas donde podréis encontrar de todo, camisetas, máscaras, tallas de madera, sandalias, etc y todo a muy buen precio, por cierto no os olvidéis de regatear.
Uno de los monumentos emblemáticos de Hoi An es su puente japonés.

Después nos embarcamos para dar un paseo por el río Thu, en todo Vietnam el agua es muy importante para sus habitantes y siempre vemos mucha actividad en sus ríos.

Una de las cosas que encontré más curiosas fueron las casitas que se construyen los vietnamitas para poder pescar.
Seguimos con nuestro paseo en barca, y vemos como unos pescadores estaban remando con fuerza, pregunté que estaban haciendo, y me contestaron que estaban pescando con redes las gambas. O sea que habían lanzado la red para pescar y estaban remando a mano para luego recogerla, que duro, de verdad que duro.

Tras el paseo volvimos a patear la ciudad en busca de las últimas compras, ya que en Hoi An vale la pena ver todas sus tiendecitas. Acabamos reventados del día y nos fuimos para el hotel. A la mañana siguiente nos íbamos hacia Ho Chi Ming, la antigua Saigon.
Pero antes de despedirme os dejo la última foto de los jardines del hotel, espero que os guste.

lunes, 29 de octubre de 2007

Vietnam - Hue

El día amaneció gris, otra vez, la lluvia parece que nos acompañará durante todo el viaje, una pena porque este país si con lluvia es maravilloso, imaginaros con sol, pero bueno nos resignamos ya que sabíamos que era la temporada lluviosa.
Último desayuno en Hanoi y directos al aeropuerto, vietnam airlines es nuestra compañía. El vuelo apenas duró una hora, agradable y sobretodo rápido.
Aterrizamos en Hue y la primera impresión es el SOL. Ha vuelto con nosotros, como cambia el paisaje con sol, de verdad que se disfruta mucho más, el verde de este país es mucho más intenso y más impactante. Nos desplazamos al hotel y nuestra habitación tiene una buena vista al río perfume.

Hue está situada a unos 12 Km del mar, a orillas del río perfume (Song Huong). En 1993 la Unesco declaró a Hue patrimonio de la humanidad. Hue tiene unos 300.000 habitantes y un montón de sitios de interés turístico.
Sin apenas tiempo de deshacer la maleta nos dirigimos a la Ciudadela. La Ciudadela es un conjunto monumental donde se encuentra el recinto imperial y la prácticamente destruida Ciudad Prohibida. Lo primero que observas al llegar a la Ciudadela es su majestuosidad y su gran foso de 7 metros que has de atravesar por un puente. Una vez dentro vas pasando por portales y te vas adentrando en una pequeña ciudad donde puedes ver la sala de los mandarines, el Pabellón de las 5 aves Fénix y un sinfín de parajes que visitar, a cada pórtico que pasas te encuentras con un patio que te conduce a otro pórtico,

hasta llegar a la Ciudad Púrpura Prohibida, este lugar está prácticamente destruido por la guerra con los americanos pero todavía queda en pie el Palacio de la Reina madre
Los jardines que se pueden ver a lo largo de la visita a la Ciudadela, son muy vistosos.

La noche se abatía sobre nosotros, pero todavía nos quedaban ganas de seguir viendo cosas de Hue. Al salir de la Ciudadela, no muy lejos de allí se encuentra el principal mercado de Hue, el mercado de Dong Ba, vale la pena visitarlo, sobretodo si queréis hacer compras de recuerdo. De allí provienen los mejores sobreros típicos de los vietnamitas. En el mercado podéis encontrar de todo, frutas, pescado, sombreros, camisetas..... un sinfín de artículos de todas las clases.

Después del mercado, ya andábamos justos de fuerzas, así que decidimos que era la hora de retirarnos al hotel y darnos un bañito a la luz de la luna. Una vez ya en la piscina nuestro amigo "monzi" nos hizo una breve visita, para que no nos olvidásemos de el.

Al día siguiente nos levantamos temprano ya que cogíamos un barco para visitar los alrededores de Hue, el embarcadero del río Perfume nos esperaba. El día empezó un poco gris, como ya estábamos acostumbrados, pero a lo largo del día fue mejorando e incluso a media mañana salió el sol, con lo cual los paisajes mejoraron ostensiblemente. El paseo por el río Perfume fue encantador, se nota que los ríos vietnamitas están llenos de vida, mucha gente se dedica a la pesca y al transporte de mercancías. Llegamos a nuestro destino que era la Pagoda de Thien Mu o pagoda de la mujer celestial. Esta pagoda lleva el nombre de un hada que se apareció al pueblo de Hue para anunciar la llegada de un hombre que construiría una hermosa pagoda. Dicha leyenda se hizo realidad en 1.601. Hoy es conocida porque un monje que vivía en esta pagoda se quemó a lo bonzo en 1.963 en Saigon para protestar por la política de represión de los monjes budistas en aquellos años. Cerca de la torre octogonal de la Pagoda está una enorme campana cuyo sonido se puede escuchar a 10 km de distancia, por supuesto aquí el menda tocó la campana, no sin antes pedir el pertinente permiso. Dentro residen los monjes y el complejo se llena de misticismo al que ayuda sin duda alguna sus preciosos jardines. Tras disfrutar de los jardines, vimos la escuela donde los niños estudian para ser monjes. Una vez acabada la visita de la Pagoda de Thien Mu, nos dirigimos por carretera hacia las tumbas imperiales, allí pude captar una imagen que tenía ganas de lograr, la de un campesino trabajando en un arrozal, y lo logré incluso con sol. Después de la parada, seguimos para visitar la tumba de Tu Duc situada en la colina Van Nien. La entrada ya impresiona, todo el conjunto es gris ceniza, se suben más de 150 escalones para llegar hasta el final del complejo. En la segunda terraza vemos como las tumbas están guardadas por un ejército de mandarines con sus caballos y elefantes. El siguiente complejo de tumbas imperiales es el de Minh Manh, el complejo está lleno de templos, escalinatas, tumbas, lagos todo en armonía. No se puede perder el pasear por este bosque y ver como los monumentos se funden en el. Después de la visita a las Tumbas Imperiales, partimos para Hoi An.