lunes, 18 de agosto de 2008

Sudafrica - Ciudad del Cabo

Bueno y por fin llegamos a Ciudad del Cabo, la verdad es que desde el aire ya impresiona con el Table Mountain como guardián de la bahía.
Llegamos al atardecer y mientras nos instalábamos en el hotel, el sol se iba poniendo dando paso a las luces, desde el Waterfront se pueden hacer unas fotos espectaculares.

Nosotros nos alojábamos en un hotel en pleno Waterfront, os recomiendo el salir por la noche por esa zona, a pesar de que Ciudad del Cabo es una de las ciudades más peligrosas del mundo junto con Johannesburgo y Mexico DF, dentro del Waterfront no vais a tener el más mínimo problema, está todo muy vigilado y la verdad es que te quedas con una sensación de seguridad que es muy importante.
Si queréis un restaurante donde cenar, desde luego os recomendaría el Green Dolphin con música de jazz en directo.

Al día siguiente nos teníamos que levantar temprano ya que cogíamos el coche para dirigirnos a la zona de los viñedos de la zona de Franschhoek. Mientras conducíamos vimos un fenómeno natural que allí indica que se acerca el verano, son unas formaciones de nubes que pasan por las montañas y justo al pasarlas desaparecen.

Nuestra primera parada fue Stellenbosh, ciudad donde se encuentra uno de los viñedos más grandes que hay en Ciudad del Cabo.

Todos los viñedos se pueden visitar, aquí nos dijeron que las cepas originariamente las trajeron de Francia y fueron mezclandolas con otras de la tierra hasta que han dado con una cepa que es exclusiva de aquí, los enólogos seguro que os lo podrían explicar mejor, pero así tenéis la primera piedra puesta.
Entre un viñedo y otro pudimos visitar una granja de recuperación de animales salvajes especializada en los guepardos. Allí pude cumplir un sueño que fue poder tocar a un guepardo, en particular este de la foto. Ronronean igual que un gatito, pero a la mínima que algo les pone nerviosos se giran como una centella y te sacan la zarpa. Afortunadamente mientras estuvimos con el guepardo nada le puso nervioso.

Siguiente parada Boschendal, otra de los viñedos famosos en Ciudad del Cabo, aunque es más pequeño que Stellenbosch es mucho más familiar. Allí hicimos una cata de vinos, y me llevé 3 botellas, el problema fue luego mio para meterlas en el avión, menos mal que por aquel entonces todavía no había las restricciones en los aeropuertos mundiales.
Regresando al hotel volvimos a ver el fenómenos natural de las nubes, que a día de hoy todavía no se como se llama ese fenómeno (que seguro tiene un nombre), y pudimos hacer una última foto del valle de Franschhoek.
Los viñedos quedaban atrás, volvíamos a la falda del Table Mountain donde está Ciudad del Cabo, a la mañana siguiente nos esperaba el Cabo de Buenaesperanza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

impresionante

ngiyabonga kakhulu

Anónimo dijo...

uyamukelwa