Después de las emociones vividas el día anterior, nos levantamos con ganas de seguir viendo y viviendo Hanoi. Lo primero que vimos es que nuestro amigo el monzón seguía con nosotros, así que de nuevo otra jornada con lluvia.
Para los que no lo sepáis en Vietnam solo hay dos estaciones la lluviosa y la seca. La temperatura es prácticamente la misma durante todo el año, pero más o menos desde Agosto a Diciembre es cuando aparecen los monzones. Así pensé que ya que la lluvia iba a estar presente con nosotros durante todo o gran parte del viaje, debía ponerle un mote cariñoso a nuestro amigo monzón, y como no soy muy ducho en poner motes a nadie decidí llamarlo monzi (ya se que no es nada original).
Bueno al grano, nuestra primera parada del día fue el Lago Hoan Kiem, en español, Lago de la espada restituida. Este nombre hace referencia a una antigua leyenda que dice que un pescador al sacar su red de pescar de lago, encontró una espada que creyó había sido enviada por los dioses para expulsar a los chinos de Vietnam. Terminada la guerra fue nombrado emperador y se dirigió al Lago para devolver la espada, una vez allí vio como una enorme tortuga tomó la espada, para luego sumergirse de nuevo al fondo del lago (al más puro estilo Excalibur).
Allí encontramos el puente Te Huc, o puente donde descansa el sol naciente. Es un puente construido en madera roja y donde tienes unas buenas vistas del lago.
Cruzando el puente nos vamos directos al Templo de Ngoc Son, allí podremos ver una enorme tortuga disecada que apareció en el templo años atrás. En el Lago viven tortugas que de tanto en tanto se dejan ver por las orillas. Son tortugas marinas adaptadas a las características del lago, por lo que no son exáctamente iguales a una tortuga marina común.
Salimos del templo y nos dirigimos a un mirador donde podemos observar un pequeño islote en el centro del lago, allí se alza la torre de la tortuga o Thap Rua.
Al salir del Lago, fuimos a comprar unas entradas para ver marionetas sobre el agua, el precio creo recordar que eran 40.000 dongs en las mejores butacas, que al cambio son unos 2 €.
Tras la compra de las entradas decidimos ir a comer. Esta vez fue comida rápida, ya que queríamos no perder demasiado tiempo en la comida.
Hanoi es grande así que para hacernos una idea decidimos coger un rickshaw. Hanoi tiene mucho comercio, y las tiendas se concentran en calles. Me explico cada calle hay un tipo de comercio, así está la calle de las jugueterías, la de las zapaterías, fruterías, etc. También te haces una idea del tráfico de motos que existe.
Después del paseo por Hanoi, decidimos volver al Lago Oeste para ver la puesta de sol. Como todos los países que se encuentran entre los trópicos, amanece muy temprano, pero la caída del sol también se produce temprano. Sobre las 18:30 más o menos.
Después de ver el atardecer y volver a ver la cantidad de parejas que tienen la misma idea, nos dirigimos al Teatro de las marionetas sobre el agua. No os esperéis un gran espectáculo, pero la verdad es que por 2 euros, se pasa un buen rato y encima puedes disfrutar de la música vietnamita.
Acabado el espectáculo, decidimos volver al hotel caminando, pero al rato vimos que no estábamos en el camino correcto, así que al final desistimos y cogimos un taxi. Al día siguiente nos esperaba un lugar increíble que es patrimonio de la humanidad. La Bahía de Halong.
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