sábado, 21 de junio de 2008

Sudafrica - Mala Mala

Cogíamos el vuelo hacia Johannesburgo, allí haríamos noche. Lo hicimos así después de mucho informarnos. Johannesburgo es la capital y nos informamos que no había mucho que ver o por lo menos que fuese interesante, además es de las 5 ciudades más peligrosas del mundo, así que llegamos por la noche simplemente para dormir y descansar.
Al día siguiente volvíamos al aeropuerto, madre mía que de vuelos, para desplazarnos a la zona el parque Kruguer.
Aterrizamos en el aeropuerto de Skukuza y de allí nos trasladamos a Mala Mala.
Mala Mala es una reserva privada que está muy cerquita del Kruguer.
Mala Mala se fundó en 1927 para el estudio y el disfrute de los animales africanos. Allí se pueden "cazar" a los big five, término anglosajón que determina a estos 5 animales, elefante, búfalo, león, rinoceronte y el más difícil y esquivo leopardo.

Con apenas tiempo para dejar las maletas, nos metemos de nuevo en un 4x4 y nos vamos de "cacería".
La primera pieza en caer es uno de los big five, el elefante. Estamos ante una manada de ellos con alguna cría.

Vemos como el paisaje vuelve a ser diferente a las dos reservas anteriores. Podríamos decir que es un intermedio entre la sequedad de Mashatu y la frondosidad de Matetsi.
Seguimos con nuestra ruta y nos encontramos con una clase de antílope que realmente no me acuerdo de su nombre completo, pero por más que he buscado en el google no ha habido manera, así que si alguien sabe su nombre ya sabe lo que tiene que hacer.

Seguíamos por los caminos de Mala Mala y de repente en una gran extensión abierta y sin cobertura alguna divisamos a un guepardo con su cría. No es normal que estos felinos estén tan al descubierto ya que son los más débiles de todos, suelen tener entre 2 y 5 crías y solo un 25% llegan a la madurez. En estos momentos en Sudáfrica hay programas de conservación de estos felinos, los más rápidos del planeta ya que empiezan a estar en peligro de extinción.
Ya estábamos volviendo al campamento para comer y descansar cuando nos topamos con una leona, que estaba sola, el guía nos dijo que la manada debía estar cerca. así que nos sugirió una parada corta para poder ir a reponer fuerzas.

Después de degustar un fabuloso estofado de antílope, decidimos que era la hora de hacer una siesta.
Ya a media tarde volvimos a montar en el 4x4, para ver la fauna al anochecer. Suele haber mucha más actividad cuando el sol se pone.

La noche se empezaba a cerrar y pudimos ver a la manada de la que el guía nos había hablado antes, aunque no estaban por la labor de posar para nosotros, así que solo pude obtener una buena foto de un macho.
La noche era ya cerrada así que debíamos volver para cenar al raso con una buena hoguera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que maravilla de viajes.
Y que fotos más magnificas.
Felicidades por este blog.

Anónimo dijo...

Hola, te felicito por el blog, me ha gustado mucho, y las ultimas fotos son de miedo.
Me gustaria hacer un intercambio de link te dejo mi correo para que te pongas en contacto conmigo si te interesa.
comercial@loroviajes.com
de
http://www.loroviajes.com