Tanto el lodge como las vistas que tienes son increíblemente bellas, así que vale la pena el esfuerzo de pagar un pelín más.
Bueno después de ver el lodge, directos al 4x4, volvemos a cazar. A primera vista se nota la diferencia entre Matetsi y Mashatu, el río Zambeze lo cambia todo, mucha más vegetación y mucho más verde a tu alrededor. La primera pieza fue una jirafa.
Después de la primera toma de contacto nos preparamos para la cena. Preparase si, porque es una experiencia inolvidable la cena bajo las estrellas, al calor de las hogueras que nos protegen de la fría noche africana. Una mesa impecáblemente puesta, un servicio magnífico acompañado de un buen vino de la región, que más se puede pedir en esta vida?
La hora de dormir estaba cayendo, así que lo mejor era ir a visitar a Morfeo y que nos diese su abrazo.
El despertador tocaba a las 6 en punto, hora de coger el autobús para ir al pueblo y visitar las Cataratas Victoria.
Cuando el Dr. Livingstone descubrió para la civilización europea esta maravilla de la naturaleza, en 1860, y la bautizó con el nombre de la reina Victoria, las cataratas ya eran bien conocidas, lógicamente, por los habitantes de los alrededores del Zambeze, quienes se referían a ellas como "Mosi-oa-Tunya" lo que, al parecer, significa algo así como "el humo que truena". Y no es una mala definición para describir una de las más espectaculares maravillas naturales de nuestro planeta.Sus 1.708 metros la convierten en la más ancha cortina de agua del mundo. Por supuesto, hay otras cataratas más altas, pero sus 100 metros de caída y sus más de medio millón de metros cúbicos (de media) por minuto, hacen de ellas un espectáculo verdaderamente excepcional.
Las cataratas están justo en la frontera entre Zambia y Zimbabwe, pudiendo ser visitadas desde ambos lados. Nosotros las visitamos desde el lado de Zimbawe, pero no descarto en un futuro visitarlas desde Zambia.
El día tocaba a su fin, pero no sin antes degustar otra magnífica cena a la luz de las estrellas.
Al día siguiente nos levantábamos aun más temprano el día tenía que dar mucho de si, ya que volvíamos a las Cataratas Victoria, pero esta vez no para verlas, sino para sentirlas. Nos habíamos apuntado a hacer un rafting en el río Zambeze, y la verdad es que os lo recomiendo, es una grado 5, para los que hayáis hecho raftig alguna vez es el grado más elevado que existe dentro de lo comercial, y vale la pena, ni Dragon Khan, ni gaitas. De lo más alucinante que he vivido en esta vida, ver como una pared de agua te echa desde el principio de la barca al final es impresionante, aunque quizás lo más alucinante lo pondré de aquí unos días cuando estemos en Ciudad del Cabo.
Las Cataratas Victoria y Matetsi llegaban a su fin, volvíamos a coger el 4x4 pero esta vez para dirigirnos al aeropuerto y a toda prisa que sino perdíamos el vuelo, atrás dejábamos los baobabs y sobre todo al humo que truena.