lunes, 29 de octubre de 2007

Vietnam - Hue

El día amaneció gris, otra vez, la lluvia parece que nos acompañará durante todo el viaje, una pena porque este país si con lluvia es maravilloso, imaginaros con sol, pero bueno nos resignamos ya que sabíamos que era la temporada lluviosa.
Último desayuno en Hanoi y directos al aeropuerto, vietnam airlines es nuestra compañía. El vuelo apenas duró una hora, agradable y sobretodo rápido.
Aterrizamos en Hue y la primera impresión es el SOL. Ha vuelto con nosotros, como cambia el paisaje con sol, de verdad que se disfruta mucho más, el verde de este país es mucho más intenso y más impactante. Nos desplazamos al hotel y nuestra habitación tiene una buena vista al río perfume.

Hue está situada a unos 12 Km del mar, a orillas del río perfume (Song Huong). En 1993 la Unesco declaró a Hue patrimonio de la humanidad. Hue tiene unos 300.000 habitantes y un montón de sitios de interés turístico.
Sin apenas tiempo de deshacer la maleta nos dirigimos a la Ciudadela. La Ciudadela es un conjunto monumental donde se encuentra el recinto imperial y la prácticamente destruida Ciudad Prohibida. Lo primero que observas al llegar a la Ciudadela es su majestuosidad y su gran foso de 7 metros que has de atravesar por un puente. Una vez dentro vas pasando por portales y te vas adentrando en una pequeña ciudad donde puedes ver la sala de los mandarines, el Pabellón de las 5 aves Fénix y un sinfín de parajes que visitar, a cada pórtico que pasas te encuentras con un patio que te conduce a otro pórtico,

hasta llegar a la Ciudad Púrpura Prohibida, este lugar está prácticamente destruido por la guerra con los americanos pero todavía queda en pie el Palacio de la Reina madre
Los jardines que se pueden ver a lo largo de la visita a la Ciudadela, son muy vistosos.

La noche se abatía sobre nosotros, pero todavía nos quedaban ganas de seguir viendo cosas de Hue. Al salir de la Ciudadela, no muy lejos de allí se encuentra el principal mercado de Hue, el mercado de Dong Ba, vale la pena visitarlo, sobretodo si queréis hacer compras de recuerdo. De allí provienen los mejores sobreros típicos de los vietnamitas. En el mercado podéis encontrar de todo, frutas, pescado, sombreros, camisetas..... un sinfín de artículos de todas las clases.

Después del mercado, ya andábamos justos de fuerzas, así que decidimos que era la hora de retirarnos al hotel y darnos un bañito a la luz de la luna. Una vez ya en la piscina nuestro amigo "monzi" nos hizo una breve visita, para que no nos olvidásemos de el.

Al día siguiente nos levantamos temprano ya que cogíamos un barco para visitar los alrededores de Hue, el embarcadero del río Perfume nos esperaba. El día empezó un poco gris, como ya estábamos acostumbrados, pero a lo largo del día fue mejorando e incluso a media mañana salió el sol, con lo cual los paisajes mejoraron ostensiblemente. El paseo por el río Perfume fue encantador, se nota que los ríos vietnamitas están llenos de vida, mucha gente se dedica a la pesca y al transporte de mercancías. Llegamos a nuestro destino que era la Pagoda de Thien Mu o pagoda de la mujer celestial. Esta pagoda lleva el nombre de un hada que se apareció al pueblo de Hue para anunciar la llegada de un hombre que construiría una hermosa pagoda. Dicha leyenda se hizo realidad en 1.601. Hoy es conocida porque un monje que vivía en esta pagoda se quemó a lo bonzo en 1.963 en Saigon para protestar por la política de represión de los monjes budistas en aquellos años. Cerca de la torre octogonal de la Pagoda está una enorme campana cuyo sonido se puede escuchar a 10 km de distancia, por supuesto aquí el menda tocó la campana, no sin antes pedir el pertinente permiso. Dentro residen los monjes y el complejo se llena de misticismo al que ayuda sin duda alguna sus preciosos jardines. Tras disfrutar de los jardines, vimos la escuela donde los niños estudian para ser monjes. Una vez acabada la visita de la Pagoda de Thien Mu, nos dirigimos por carretera hacia las tumbas imperiales, allí pude captar una imagen que tenía ganas de lograr, la de un campesino trabajando en un arrozal, y lo logré incluso con sol. Después de la parada, seguimos para visitar la tumba de Tu Duc situada en la colina Van Nien. La entrada ya impresiona, todo el conjunto es gris ceniza, se suben más de 150 escalones para llegar hasta el final del complejo. En la segunda terraza vemos como las tumbas están guardadas por un ejército de mandarines con sus caballos y elefantes. El siguiente complejo de tumbas imperiales es el de Minh Manh, el complejo está lleno de templos, escalinatas, tumbas, lagos todo en armonía. No se puede perder el pasear por este bosque y ver como los monumentos se funden en el. Después de la visita a las Tumbas Imperiales, partimos para Hoi An.

jueves, 4 de octubre de 2007

Vietnam - Bahía de Halong

Nos levantamos pronto, ya que el viaje hasta Halong dura unas 3 horas, así pues a las 7 de la mañana ya estábamos en el coche.
El viaje no se hace para nada pesado, para mi el ir viendo ese paisaje tan verde gracias a las extensiones de arrozales, es sin duda digno de ver. La pena es que nuestro amigo monchi seguía con nosotros, y pensábamos que el día en Halong iba a quedar deslucido.
Llegamos sobre las 10 de la mañana y la primera visión que tuvimos de Halong fue su puerto.La Bahía de Halong fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1.994 y es una de las maravillas naturales de Vietnam. La Bahía de Halong tiene 1.969 islas de las cuales solo 986 tienen nombre. Sus nombres se deben a la imaginación de los vietnamitas, sus nombres dependen de la forma de las islas, así tenemos la isla del dragón, del gallo de pelea, de la tortuga, de los enamorados, etc.
Dentro de las leyendas vietnamitas, Halong se formó porque un dragón dejó ir sus perlas encantadas, para así poder poner trabas al ejército chino que quería invadir Vietnam por el mar. Sea como fuere, gracias al dragón o a la naturaleza misma, la Bahía de Halong es toda una maravilla.

A las 10:30 están programadas casi todas las salidas en barco para visitar la Bahía. Disponíamos un barco para nosotros solos, me pareció una exageración, pero mira así todo es más íntimo. El crucero dura 5 horas, aunque existen cruceros donde pasas el día completo incluso te puedes quedar a dormir en un barco-hotel. Los barcos todos tienen en la proa el símbolo del dragón, uno de los animales sagrados para los vietnamitas, junto con el tigre, la tortuga y el ave fénix.

Y sucedió lo que no me esperaba, justo cuando entrábamos en el barco para empezar el crucero, dejó de llover. Seguía muy nublado, pero por lo menos podíamos salir fuera del barco para ver el espectáculo.

Una vez nos adentramos en la Bahía vemos el primer pueblo flotante, allí se pesca y se comercia. Los barcos que hacen el crucero paran para abastecerse de marisco fresco y de frutas. Seguimos con nuestro crucero...
En un momento del crucero nuestro capitán nos preguntó si nos queríamos bañar, y la verdad es que me quedé sorprendido de la pregunta, así que no lo dudamos aunque no hacía sol pensamos que esto no lo podríamos repetir, así que buscaron un buen sitio...y lo encontraron.

El agua estaba en su punto, y el paraje ideal para el baño. Después del chapuzón nos habíamos ganado los deliciosos manjares que nos sirvieron. Gambas tigre, cangrejo, y guisos varios vietnamitas regado con un delicioso vino blanco de la borgoña y de postre un buen plátano. Un festín digno de un rey. Después seguimos el crucero ya de vuelta al puerto, por el camino vimos otro pueblo flotante al lado de la isla de los enamorados. Son dos islitas pagadas una a la otra.

Nuestro crucero estaba tocando a su fin, pero aunque llevábamos casi 5 horas de crucero no nos cansábamos de ver esta maravilla de la naturaleza. El crucero llegó a su fin después de más de 5 horas. Ahora nos tocaba volver a Hanoi, otras 3 horitas de viaje, la suerte es que el paisaje seguía siendo precioso.